En un mundo ávido de soluciones más limpias, un equipo de Corea del Sur ha presentado un motor de dos litros que funciona únicamente con hidrógeno. El anuncio representa un hito tecnológico con potencial para reconfigurar la movilidad en los próximos años.
Más allá del impacto mediático, el desarrollo combina ciencia de combustión avanzada y visión de sostenibilidad. El resultado apunta a un vehículo más eficiente, con emisiones drásticamente reducidas y costes operativos potencialmente más predecibles.
Rumbo a la tecnología verde
La búsqueda de una economía baja en carbono está transformando a la industria automotriz. Fabricantes y centros de investigación compiten por soluciones que reduzcan la huella de emisiones sin sacrificar prestaciones ni fiabilidad.
En ese contexto, el hidrógeno emerge como vector energético de gran versatilidad. Puede producirse con fuentes renovables y emplearse tanto en pilas de combustible como en motores de combustión interna adaptados.
Un motor ecológico y sostenible
Los investigadores han combinado inyección directa de hidrógeno con una cámara de precombustión que habilita mezclas ultra pobres. Este enfoque minimiza pérdidas de bombeo, ya que la potencia se regula con el caudal de combustible, no limitando el aire.
Según ScienceDirect, el motor reduce el CO2 en un 98% y las partículas finas en un 90% frente a un gasolina comparable. Estas cifras lo acercan a los estándares de “cero emisiones” exigidos por la Unión Europea.
La eficiencia térmica declarada alcanza el 40%, un valor notable en un motor de combustión interna. Además, los NOx se mantienen por debajo de 15 ppm incluso sin pos‑tratamiento de escape, un dato clave para la calidad del aire.
El término ppm alude a “partes por millón”, una medida que ayuda a cuantificar contaminantes en concentraciones muy bajas. En términos prácticos, indica un control de NOx inusualmente riguroso.
“Este avance demuestra que la combustión con hidrógeno puede ser limpia, eficiente y viable para una producción a gran escala”, señalan fuentes citadas por Interesting Engineering.
- Motor de 2 litros 100% hidrógeno
- Inyección directa y pre‑cámara de encendido
- Mezcla ultra pobre y mínimas pérdidas de bombeo
- Eficiencia térmica del 40%
- NOx por debajo de 15 ppm
- Reducción del 98% de CO2
- Reducción del 90% de partículas finas
- Orientado a vehículos de pasajeros hasta 3,5 toneladas
Impacto industrial y desafíos
De acuerdo con Interesting Engineering, el diseño aspira a producción masiva, con foco en vehículos de pasajeros y transporte ligero. Hablamos de formatos habituales de ocho plazas, cuatro ruedas y hasta 3,5 toneladas de masa total.
La gran incógnita sigue siendo la infraestructura. El éxito depende de hidrógeno verde asequible, logística de suministro y redes de repostaje seguras y capilares. Sin ello, la adopción quedaría inevitablemente limitada.
También hay retos de coste y durabilidad. Materiales resistentes a la fragilización por hidrógeno, inyectores de alta precisión y gestión térmica robusta son esenciales para asegurar ciclos de vida largos.
El futuro de la industria automotriz
El motor de hidrógeno no compite solo con los eléctricos a batería, sino que los complementa. Ofrece repostajes rápidos, buena densidad energética y menor dependencia de metales críticos.
Sectores como el transporte urbano, flotas de reparto y servicios públicos podrían beneficiarse de autonomía estable y tiempos de parada mínimos. En rutas previsibles, la instalación de hidrogeneras es más viable.
A nivel regulatorio, encaja con el impulso a vehículos de “cero emisiones” en uso real, siempre que el hidrógeno sea de origen renovable. La métrica de la cuna a la rueda será decisiva para validar su impacto.
Próximos pasos
El despliegue exige programas piloto, alianzas entre fabricantes y energéticas, y cadenas de suministro para electrolizadores y tanques. Cada eslabón debe escalar sin perder seguridad ni trazabilidad.
Países con excedentes renovables podrán convertir electricidad en hidrógeno, almacenarlo y estabilizar sus redes con mayor flexibilidad. Este acoplamiento sectorial puede generar nuevas industrias y empleo.
Si la producción en serie confirma los datos de eficiencia y emisiones, estaremos ante un punto de inflexión para la movilidad sostenible. Un motor de dos litros, alimentado con hidrógeno, podría abrir una vía pragmática hacia un transporte más limpio, sin renunciar al rendimiento ni a la fiabilidad que los conductores esperan.
