¿Qué dice de ti cómo sujetas el volante? La interpretación psicológica más impactante

22 octubre, 2025

Conducir no es solo una acción mecánica. Psicólogos y especialistas en lenguaje corporal aseguran que la manera en la que colocamos las manos en el volante puede revelar aspectos profundos de nuestra personalidad. Desde la seguridad en uno mismo hasta la necesidad de control, pequeños gestos al manejar dicen mucho más de lo que creemos.

Un reciente estudio de la Universidad de Chicago analizó el comportamiento de más de 1.200 conductores y estableció patrones claros entre la posición de las manos y ciertos rasgos psicológicos.

El clásico “10 y 2”: responsabilidad al volante

Todos los manuales de conducción enseñan que la forma ideal de sujetar el volante es a las 10 y 2 en punto, como si fueran las agujas de un reloj. Quienes mantienen este estilo tienden a ser personas responsables, prudentes y respetuosas con las reglas.

No es casualidad que esta postura la adopten también muchos conductores profesionales. Refleja un deseo de hacer lo correcto y minimizar los riesgos.

“Un conductor que mantiene esta posición demuestra disciplina y compromiso con la seguridad, no solo la suya sino también la de los demás”,
señala la psicóloga del tránsito Laura Méndez.

Mano relajada arriba: independencia y confianza

Algunas personas prefieren apoyar solo una mano en la parte superior del volante, dejando la otra libre. Este gesto revela espíritu independiente y confianza en sí mismo.

Son conductores que rara vez se estresan y que afrontan los problemas con calma. Sin embargo, los expertos advierten que esta posición también puede reflejar cierto exceso de confianza que, en ocasiones, los lleva a subestimar riesgos.

Dos manos en la parte baja: calma y equilibrio

Quienes colocan las manos en la parte baja del volante suelen transmitir una imagen de tranquilidad y equilibrio emocional. No buscan imponerse ni destacar, sino mantener una conducción fluida y sin sobresaltos.

Este estilo es común en personas con una personalidad serena, reflexiva y orientada a evitar conflictos.

Una mano al costado: espontaneidad y sociabilidad

Entre los estilos más llamativos se encuentra el de apoyar la mano izquierda en el lateral del volante, mientras la derecha se mantiene libre. Es la posición preferida por quienes se describen como espontáneos, sociables y de carácter extrovertido.

Les gusta tener libertad de movimiento, cambiar la música, hablar con los acompañantes o incluso gesticular mientras conducen.

La lista de los estilos más comunes y su significado

Aunque cada conductor tiene su particularidad, los investigadores identificaron seis posiciones recurrentes que se repiten en todo el mundo:

  • 10 y 2 → seguridad, responsabilidad y disciplina

  • Una mano arriba → confianza, independencia, algo de rebeldía

  • Dos manos abajo → calma, equilibrio y autocontrol

  • Una mano al costado → sociabilidad, espontaneidad y humor

  • Ambas manos apretando fuerte → ansiedad, necesidad de control

  • Mano baja y relajada → despreocupación, estilo de vida flexible

Cada estilo revela patrones de personalidad que se trasladan también a otros aspectos de la vida diaria.

¿Qué dice tu forma de conducir de ti?

El estudio concluye que no se trata solo de seguridad vial, sino también de expresiones inconscientes de nuestra manera de ser. Al igual que la forma de caminar o de sentarse, sujetar el volante refleja emociones y costumbres.

Observar cómo lo haces puede darte pistas sobre ti mismo: ¿eres una persona que busca control absoluto, o alguien que se siente cómodo dejando que la vida fluya?

Más allá de lo anecdótico, lo cierto es que cada viaje en carretera se convierte también en un espejo de nuestra psicología. Y la próxima vez que te sientes al volante, puede que te descubras a ti mismo en un simple gesto de las manos.

Mateo Ríos

Mateo Ríos

Me llamo Mateo Ríos y soy redactor en Santa Fe Canal, apasionado por el cine independiente y las series que rompen esquemas. Estudié Comunicación Social en la UNL y desde entonces no he parado de contar historias. Creo que una buena crítica puede hacerte ver una película con otros ojos.

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