Netflix despide este mes varias joyas, y todavía tienes una oportunidad de oro para ponerte al día. Entre ellas hay un clásico fundacional de la ciencia ficción, una comedia gamberra muy citada y dos dramas deportivos que elevan el corazón y la estrategia.
Es un buen momento para organizar una maratón casera: mezcla risas, nostalgia y adrenalina deportiva antes de que estas cintas tomen la salida. Aquí tienes lo imprescindible y por qué merece la pena darle al play ahora mismo.
“El mejor momento para ver una película es antes de que se escape; el segundo mejor, hoy”.
- Elige primero las que llevan más tiempo en tu lista de pendientes.
- Combina géneros: un clásico, una comedia y un drama para un ritmo perfecto.
- Activa subtítulos si quieres saborear diálogos y matices al máximo.
American Graffiti (1973)
Antes de irse a una galaxia muy, muy lejana, George Lucas capturó la juventud con una nostalgia luminosa. American Graffiti es una noche de 1962, música en la radio y coches que surcan las calles de un pueblo californiano.
Con Richard Dreyfuss y Ron Howard, la película trenza viñetas que huelen a gasolina y verano. Entre coqueteos, dudas y promesas, queda el vértigo de la primera gran decisión adulta.
Disponible en Netflix hasta el 31 de julio.
Knocked Up (2007)
Judd Apatow afila aquí su mezcla de humor crudo y ternura sin vergüenza. Katherine Heigl y Seth Rogen chocan mundos: ambición vs. apatía, orden vs. caos, y un test de embarazo que cambia el guion.
Hay chistes que han envejecido de forma irregular, pero la química, los gags memorables y la mirada a la paternidad imperfecta mantienen el pulso. Reír y torcer el gesto es parte del trato.
Disponible en Netflix hasta el 31 de julio.
King Richard (2021)
Will Smith construye un padre feroz, metódico y visionario en un biopic que late con optimismo. Richard Williams diseña un plan imposible para Venus y Serena, y lo defiende con tenacidad casi quijotesca.
El filme abraza el espíritu underdog y roza aristas del control paterno. Entre victorias y tropiezos, queda el retrato de una fe que empuja la historia del deporte.
Disponible en Netflix hasta el 31 de julio.
Moneyball (2011)
Brad Pitt convierte los números en épica. Con un presupuesto modesto y un enfoque analítico, los Oakland A’s desafían al sistema: fichar por valor real, no por brillo aparente.
La dupla Pitt–Jonah Hill ofrece humor seco, tensión silenciosa y una lección sobre cambiar el juego desde la mente. Incluso si odias el béisbol, la emoción es universal.
Disponible en Netflix hasta el 31 de julio.
The Matrix (1999)
La pregunta “¿qué es la Matrix?” sigue atravesando pantallas. El bullet time, la píldora roja y el cuero negro no son solo iconos; son una revolución de lenguaje visual y filosofía pop.
Keanu Reeves encuentra a Morfeo y Trinity en un laberinto de código, destino y control. Cada salto desafía la gravedad y la idea de realidad. Verla hoy es volver a despertar.
Disponible en Netflix hasta el 31 de julio.
Si tienes poco tiempo, prioriza el orden que más te pida el cuerpo: electricidad cyberpunk, risas gamberras, o peleas a contracorriente con balón y raqueta. Lo importante es no dejar que estas historias se vayan sin un último pase.



