And Just Like That… va a terminar con un final de serie que la mayoría de los fans no espera con entusiasmo. Mientras los fans originales de Sexo en Nueva York se quejaban del reboot y de la forma en que se retrataron a los personajes, muchos siguen tristes al ver cómo la serie llega a su fin. Al reflexionar sobre todo lo ocurrido en tres temporadas, no podemos evitar reconocer las tragedias asociadas con el show. La muerte de Mr. Big en el primer episodio, seguida por la torpeza con la que Carrie enfrentó su duelo en las temporadas 2 y 3, fue trágica. Aun así, la pérdida de aquel hombre a quien alguna vez se le comparó con el Chrysler Building no fue la mayor tragedia del reinicio. Lisette destruyó por completo el apartamento de Carrie Bradshaw y eso nos golpeó más fuerte de lo que esperábamos.
El apartamento de Carrie Bradshaw fue el lugar más importante de la serie original
El apartamento de Carrie Bradshaw, ese brownstone, es más que un telón de fondo en Sexo en Nueva York. Durante seis temporadas, dos películas y gran parte del reinicio, fue su hogar. El departamento de una habitación en el Upper East Side, con sus característicos muros turquesa y un armario desbordante, junto a sus tres amigas, fue lo más estable de su vida durante muchos años. Es donde escribió sus columnas, buscó el amor, se apoyó en sus amigas y procesó sus desamores más grandes. También es el lugar al que volvía cada vez que necesitaba sentirse segura.
Los fans del personaje y de la querida serie también encontraron consuelo en ese espacio. Claro, es solo el set de una serie de ficción, pero para los fans encarnaba el propio espíritu de la historia. Cuando Carrie se mudó, de una vez por todas, los fans en gran medida valoraron que la casa quedara en manos de Lisette. Alguien que parecía podría ser la Carrie Bradshaw de la próxima generación. Ese aprecio quedó atrás.
Lisette destruyó la unidad y su legado
Hubo muchos momentos tristes en And Just Like That…, pero el más triste podría haber llegado en el episodio 11 de la temporada 3. En ese episodio, Carrie regresa a su icónico brownstone para una fiesta. Allí, Lisette, la nueva propietaria, le muestra el espacio, que ya no se parece en nada al apartamento que fue. Lisette, temiendo morir sola y que nadie la encontrara, añadió paredes para poder alquilar parte de la unidad. El trabajo de construcción, torpe y de calidad inferior, con paneles de yeso sin terminar, hizo que el antiguo departamento luminoso y aireado se sintiera como una residencia universitaria deprimente. El tono oscuro de la pintura tampoco ayudó a que se viera menos sombrío.
Estamos seguros de que el equipo detrás de la serie tenía una razón para esa historia. Estamos seguros de que se pretende que sea simbólica. Para Carrie, dejar ir el espacio físico, insistiendo en que “no se puede volver a casa”, podría resultar liberador. Después de terminar, por última vez, su romance intermitente con Aidan Shaw, la escritora icónica parecía más ligera, ya sin estar anclada por la nostalgia. La destrucción de su querido apartamento seguramente buscaba insinuar que Carrie estaba renunciando a su tendencia a mirar por el espejo retrovisor. Aun así, no hizo falta rematar el fin de una era de una manera tan traumática. Los fans de la querida serie ya han sufrido lo suficiente.
HBO Max y el equipo detrás de And Just Like That… tendrán la oportunidad de redimirse con un final de temporada el 14 de agosto. Si somos honestos, no estamos confiados de que el querido brownstone de Carrie vuelva a ser el espacioso estudio que los fans llegaron a amar.