Para cualquier dueño de mascotas, la pregunta es recurrente: ¿cuánto y cuándo es ideal pasear al perro para garantizar su bienestar físico y emocional? Aunque parezca un detalle menor, los estudios demuestran que la rutina de paseos es clave no solo para la salud del animal, sino también para su comportamiento en casa y su relación con las personas.
La guía que sigue reúne las recomendaciones de veterinarios, entrenadores y especialistas en conducta canina para descubrir el tiempo perfecto de paseo según la edad, el tamaño y las necesidades del perro.
El mito de los 30 minutos
Durante años se ha repetido que media hora de paseo al día es suficiente. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. Los expertos aseguran que no existe una cifra única válida para todos los perros. La raza, la energía, la edad y hasta el clima influyen en la cantidad de ejercicio que un perro necesita.
Un perro joven y activo, como un border collie, no puede compararse con un bulldog mayor de ocho años. Ambos necesitan paseos, sí, pero con intensidades y duraciones completamente distintas.
Lo que dice la ciencia
Un estudio de la Universidad de Cambridge concluyó que los perros que caminan al menos dos veces al día presentan menos problemas de ansiedad, destruyen menos objetos en casa y desarrollan una mejor relación con sus dueños.
La investigación también demostró que la falta de ejercicio está relacionada con problemas de obesidad, lo que a su vez aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y articulares.
“Un perro no solo necesita comida y techo, necesita movimiento. El paseo es tan esencial como la alimentación diaria”,
explica la veterinaria española Laura Benítez.
Factores que determinan el tiempo ideal
Antes de fijar una rutina, conviene observar algunos aspectos clave:
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Tamaño y raza: los perros grandes y activos suelen requerir más ejercicio que los pequeños y tranquilos.
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Edad: los cachorros y jóvenes necesitan liberar energía; los mayores prefieren paseos más cortos y suaves.
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Clima: en verano conviene evitar las horas de mayor calor para no exponer al perro a golpes de calor.
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Salud: si el animal padece problemas articulares o respiratorios, el paseo debe adaptarse a sus limitaciones.
La regla general: dos paseos al día
Aunque cada perro es diferente, la mayoría de especialistas coincide en que dos paseos diarios son el estándar mínimo para garantizar una buena calidad de vida. Estos paseos no deben ser meros “momentos para hacer sus necesidades”, sino espacios de exploración, juego y socialización.
Un paseo de mañana, con energía y frescura, y otro al final del día, más relajado, permiten que el perro mantenga un equilibrio físico y emocional.
Beneficios más allá del ejercicio
Pasear no solo implica quemar calorías. Para un perro, salir a la calle significa descubrir olores, interactuar con otros animales y estimular su mente. La falta de estos estímulos suele generar aburrimiento y frustración, que se traducen en conductas problemáticas.
Además, el paseo fortalece el vínculo entre dueño y mascota, al convertirse en un espacio compartido de confianza y comunicación.
Paseos cortos o largos: ¿qué funciona mejor?
Los especialistas recomiendan combinar ambas opciones. Un paseo largo, de 30 a 45 minutos, al menos una vez al día, permite liberar energía y explorar. Paseos cortos adicionales, de 10 a 15 minutos, son útiles para mantener la regularidad y dar seguridad al animal.
La clave está en la consistencia. Un perro que sabe que saldrá cada día a la misma hora reduce su ansiedad y se muestra más equilibrado en casa.
El paseo perfecto es personalizado
No hay una fórmula mágica. Lo importante es observar al animal y ajustar la rutina según sus señales. Un perro que después de 20 minutos sigue con energía puede necesitar más. Uno que se agota rápido agradecerá pausas y trayectos más breves.
En cualquier caso, el paseo ideal no se mide solo en minutos, sino en calidad de interacción, estímulos recibidos y bienestar emocional.
