El Servicio Penitenciario amplía la sección especial de canes para rastrear cannabis, pólvora y celulares en las cárceles
Son de la raza Pastor Belga Malinois, entrenados para buscar tanto sustancias prohibidas como equipos de telefonía móvil. Ahora cuenta con 53 perros para tareas preventivas y disuasivas.
La sección especial de canes del Servicio Penitenciario de la provincia de Santa Fe ahora cuenta con 53 perros de diversas razas que dependen de la Dirección General de Operaciones, y que se distribuyen en las distintas Unidades Penitenciarias, con 3 bases operativas ubicadas en el Instituto de Detención la Capital U2 Las Flores Santa Fe, en la Unidad Penal 16 de la localidad de Pérez (departamento Rosario) y otra en el Complejo Penitenciario de Piñero U11.
Estos perros participan en diferentes operativos de preventivos y de seguridad y en acciones tales como ataque, búsqueda de sustancias prohibidas y alternativas de seguridad. En los últimos días se sumaron perros de la raza Pastor Belga Malinois, que tienen aptitud para el rastreo de celulares; como así cuentan con el debido entrenamiento para realizar tareas de búsqueda de sustancias y elementos prohibidos (cannabis sativa, celulares y pólvora).
Sus competencias dentro del Servicio Penitenciario son preventivas y disuasivas a los fines de colaborar con las unidades jurisdiccionales y la seguridad institucional.
Los perros son preparados a través de juegos en 3 especialidades; específicamente de seguridad colaborando en prevención y disuasión en los cercos perimetrales de las unidades, donde son apostados estratégicamente como otro dispositivo de seguridad para prevenir o impedir evasiones o fugas; además de ataque o intervención y de tareas de búsqueda.
El entrenamiento es diario y constante, se los prepara jugando e incentivándolos para mantener su técnica eficiente y condición operativa. Los entrenadores trabajan con elementos como los que poseen los internos en el interior del penal, como así también realizan entrenamientos similares a las operaciones en un patio de pabellón o ambiente penitenciario.
Los canes de intervención también ensayan con los grupos operativos a los fines de adaptarse a las órdenes, sonidos y movimientos que realizan los operadores tácticos en recuperaciones del orden.