Sin veredicto: El Jurado no llegó a un acuerdo y seguirá deliberando el lunes

Terminó la semana con la segunda jornada de debate del jurado para definir si aplica la pena de muerte o no al terrorista uzbeko. Deliberaciones que se vieron interrumpidas por una situación médica que afectó a uno de los familiares de los doce, por lo que tuvo que retirarse para no volver.

De de las opciones que se manejaron en el momento, el Juez de Distrito Sur de la ciudad de Nueva York, Vernon Broderick optó por reemplazarlo (se eligen en su momento 12 jueces titulares y 6 suplentes que permanecen por igual todo el proceso ante cualquier eventualidad). Rápidamente se siguió con el análisis del caso. 

Entre las consultas que hicieron los miembros del jurado, preguntaron por la peligrosidad de Seipov aún detenido en una cárcel de máxima seguridad. Ya habían preguntado por cuestiones vinculadas a la inyección letal, el método de ejecución elegido en la Corte Federal, (“Podemos discutir esto en las deliberaciones o no podemos?”, preguntó el jurado) y sobre si se podía hablar de la actual moratoria  dispuesta por el secretario de Justicia, Merry Garland, para  las ejecuciones federales.

A las dos consultas, el juez Vernon Broderick respondió “que no correspondía que discutieran ninguna de las dos cosas”,”que no eran motivo de debate. Sólo pena de muerte si o no”.

El mismo jurado ya declaró culpable al uzbeko por 28 cargos en el primer juicio (y tan sólo a horas de comenzar la deliberación), luego de haber escuchado casi un mes de testimonios y pruebas. Pero ahora, el jurado tiene en sus manos la vida misma de Seipov.

Al terrorista identificado con ISIS se lo acusa de alquilar un camión para atropellar gente en la tarde de Halloween, una de las jornadas más concurridas en la calle de los Estados Unidos, con el objetivo de matar a la mayor cantidad de personas en nombre del Estado Islámico. 

Más de cinco años después no siente ningún tipo de arrepentimiento y cree que su familia y él están bendecidos por lo que hizo. Qué hizo? Atropellar y dejar tirados sin vida sobre la ciclovía a Diego Angelini, Ariel Erlij, Hernán Ferruchi, Alejandro Pagnucco y Hernán Mendoza, tras coincidir en la vida como estudiantes del Politécnico de Rosario, que tanto se nombró en todo el proceso judicial. Sus amigos sobrevivientes y su familia son los que hablaron por lo que ya no tienen voz. Qué pena le cabe por eso?

¿Qué pena le corresponde por privar a dos madres de disfrutar la vida con sus únicos hijos que recién empezaban a vivir? ¿Y por asesinar a la mamá de una beba de 3 meses que fue a festejar que su madre había salido de un cáncer? ¿Y las lesiones de los sobrevivientes, las amputaciones físicas y emocionales, los traumas? ¿Qué pena merece decidir horrorosamente sobre la vida de estas personas? Es lo que está decidiendo el jurado.