Cerca de 30.000 unidades de sangre fueron procesadas por el CUDAIO

El área de medicina transfusional de CUDAIO vuelve a cerrar un año muy positivo en donación voluntaria de sangre y hemoderivados. A lo largo de 2022 se concretaron 176 colectas externas en 60 localidades de todo el territorio provincial. Por las mismas pasaron más de 7000 donantes y, además de las unidades de sangre, se pudieron realizar otros tipos de donaciones y registros.

A ese caudal se le sumaron unas 22.000 donaciones provenientes de efectores públicos, las que también se analizan, procesan y almacenan en los Centros Regionales de Hemoterapia (CRH) dependientes de CUDAIO.

Los otros tipos de donación que lleva adelante el área de medicina transfusional son las de médula ósea y de plasma de convalecientes de covid.

A lo largo de 2022 se registraron en Santa Fe 617 nuevos donantes potenciales de médula ósea. En el mismo período, 47 personas de la provincia, previamente inscriptas, fueron preseleccionadas para la posibilidad de extracción y donación concreta de médula ósea. Finalmente, 13 de esas personas fueron donantes efectivos para pacientes compatibles de Argentina u otros países.

Además, CUDAIO gestionó en dos ocasiones el procedimiento completo de donación de células de cordón umbilical para donantes relacionados. Son células extraídas durante el parto para utilizarlas en el tratamiento médico de un familiar directo de la madre y el bebé.

Por otra parte, en el año que termina se continuó interviniendo en los tratamientos de covid por aplicación de plasma de convalecientes. Esta actividad, que fue marca registrada de CUDAIO durante 2020, disminuyó considerablemente a partir del menor impacto de la pandemia, pero algunos casos tuvieron indicación de ese tratamiento en la provincia.

En la oportunidad, la coordinadora del área Andrea Acosta, destacó “la colaboración de las instituciones referentes que hacen posible la realización de las colectas, en particular en las localidades más chicas. Hablamos de iglesias, clubes, ONGs, bomberos y otros nucleamientos de la sociedad civil, que son claves en la convocatoria de donantes, la gestión y decoración del espacio físico para la jornada y, en muchas ocasiones, para garantizar el refrigerio que todo donante debe ingerir luego de dar sangre. Nos enorgullece mucho, porque es una forma ejemplar e indispensable de interacción entre el Estado y la sociedad”.