Una cocinera de selección: Antonia, de Fortín Olmos a Catar

La cocinera santafesina Antonia Farías alcanzó popularidad en los últimos días luego del afectuoso abrazo que se dio con el capitán de la Selección argentina luego de obtener la Copa del Mundo en Qatar.

La cocinera oficial, también conocida como Lali, acompaña al seleccionado argentino desde hace varios años.

Nació en Fortín Olmos, comuna del departamento de Vera en la provincia de Santa Fe, pero en búsqueda de un futuro mejor partió desde allí cuando era una adolescente.

Con 15 años, se radicó en la localidad de Ezeiza en Buenos Aires, donde formó y consolidó su familia. Quizás la cercanía del lugar, o tan solo los caprichos de la vida en general, la llevaron a ser la cocinera oficial del predio de la Asociación del Fútbol Argentino.

En 2010 comenzó a desempeñarse en ese rol, lo que le permite compartir cotidianamente con los jugadores de la Selección argentina y sus entrenadores, que en la última década han sido varios.

Hoy, con 42 años, se convirtió en una pieza clave en la organización del fútbol nacional: entre sus pares la identifican como “de avanzada”, porque se anticipa a los traslados en cada sede, se acerca a los hoteles donde la Selección descansa y dialoga con los profesionales gastronómicos para diagramar los menúes y los planes alimenticios para los jugadores.

Se convirtió en una de las piezas claves en el equipo soporte que acompañó a la Selección Argentina en Brasil, en La Finalissima en Londres frente a Italia y ahora en Catar, porque la dieta de los campeones pasa por su estricta supervisión.