¿Qué requerimientos deben cumplirse para poder avanzar con las exportaciones de gas a Brasil?
Este artículo analiza los desafíos más relevantes, desde la infraestructura existente hasta las obras pendientes, y su impacto en las perspectivas de exportación de gas.
En los últimos meses, ha cobrado relevancia el debate en torno a las exportaciones de gas natural desde la formación de Vaca Muerta, una de las reservas de shale gas más grandes del mundo, hacia Brasil.
Aunque la administración argentina ha autorizado a cuatro petroleras para avanzar en esta iniciativa, las dificultades técnicas y logísticas todavía impiden que el gas comience a fluir hacia los países vecinos.
Este artículo analiza los desafíos más relevantes, desde la infraestructura existente hasta las obras pendientes, y su impacto en las perspectivas de exportación de gas.
Contexto Geopolítico y Económico
La decisión de exportar gas de Vaca Muerta hacia Brasil responde no solo a una oportunidad de mercado, sino también a una necesidad geopolítica. A medida que Brasil busca diversificar sus fuentes de energía para disminuir su dependencia de hidrocarburos externos y consolidar su matriz energética, Argentina aparece como un proveedor clave. En un escenario global en el que el gas natural ha ganado relevancia como combustible de transición, Argentina tiene el potencial de capitalizar esta demanda con su vasta oferta de gas no convencional.
La planta de GNL en Río Negro mirando mercados asiáticos y europeos
En forma paralela Argentina tiene en marcha un ambicioso proyecto para la construcción de una planta de GNL que permita capacidad y escala para enfocarse en mercados mundiales como Asia y Europa. El proyecto de YPF para la instalación de una planta de gas natural licuado (GNL) en Río Negro está avanzando según los plazos previstos aunque sin la confirmación, o no, de la participación de la malaya Petronas. La planta, se construirá se ubicará en Punta Colorada. Actualmente, YPF está en la fase de búsqueda de compradores y financiamiento internacional para asegurar la viabilidad del proyecto. Se espera que la planta comience a operar en 2027 con una planta flotante de licuefacción, y para 2031-2032 se proyecta tener una planta terrestre. Este proyecto es crucial para la exportación de gas de Vaca Muerta y representa una inversión significativa, estimada en alrededor de 30.000 millones de dólares.
Desafíos en la Infraestructura: Reversión del Gasoducto Norte
El Gasoducto Norte, una infraestructura clave que históricamente se utilizaba para importar gas desde Bolivia hacia Argentina, debe revertir su flujo para permitir la exportación de gas en dirección contraria. Este proceso implica una serie de adaptaciones técnicas, tanto en los sistemas de compresión como en la infraestructura de distribución, que deben garantizar que el gas pueda ser transportado desde los yacimientos de Vaca Muerta hacia el norte.
Actualmente, el gasoducto tiene una capacidad limitada para realizar este cambio de sentido, ya que su diseño original fue pensado exclusivamente para la importación de gas. Para poder exportar gas, es necesario realizar inversiones considerables en la reversión del flujo, lo cual involucra no solo un cambio físico en el sentido del transporte del gas, sino también un ajuste en la presión de los compresores y una optimización de los sistemas de control y monitoreo.
Obras Adicionales: Modificación de la Planta Compresora del GIJA
Una vez que se complete la reversión del Gasoducto Norte, el siguiente paso es la adaptación de la planta compresora del Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA), que conecta Argentina con Bolivia. Esta planta compresora, situada en la provincia de Salta, fue diseñada originalmente para transportar gas desde Bolivia hacia Argentina. Sin embargo, para que el gas de Vaca Muerta llegue a Brasil, esta planta debe ser modificada para permitir el flujo en dirección contraria.
La planta compresora del GIJA está diseñada para operar bajo un conjunto de parámetros específicos, incluidos el caudal y la presión del gas. Cambiar el sentido del flujo implica modificar estos parámetros para que el gas pueda ser empujado hacia Bolivia y, desde allí, hacia Brasil. Esta obra requiere tanto inversiones en equipos como ajustes en los protocolos operativos de la planta.
Sin estas modificaciones, el gas de Vaca Muerta no podrá ingresar al sistema boliviano y mucho menos llegar a los mercados de Brasil. Se estima que la adaptación de esta planta compresora demorará al menos tres meses adicionales, lo que implica que las exportaciones no podrán comenzar hasta que esta obra esté completada.
El Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA) es un gasoducto clave que conecta Bolivia y Argentina. Algunos detalles importantes:
Ruta y Longitud: El GIJA comienza en Campo Grande, Bolivia, y se extiende hasta Campo Durán, Argentina. Tiene una longitud total de aproximadamente 48 kilómetros, con 13 kilómetros en territorio boliviano y 35 kilómetros en Argentina.
Capacidad: Este gasoducto tiene una capacidad de transporte de hasta 27 millones de metros cúbicos de gas natural por día.
Operación: La sección boliviana del gasoducto es operada por YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos), mientras que la sección argentina es operada por ENARSA.
Propósito: Originalmente, el GIJA fue diseñado para exportar gas natural desde Bolivia hacia Argentina. Sin embargo, con el desarrollo de la formación de Vaca Muerta en Argentina, se está considerando la posibilidad de revertir el flujo del gasoducto para exportar gas argentino a Brasil a través de Bolivia².
Importancia Económica: Este gasoducto es una pieza fundamental en la infraestructura energética de la región, facilitando el comercio de gas natural y contribuyendo al desarrollo económico tanto de Bolivia como de Argentina.
Desafíos técnicos en la operación del Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA) presenta varios desafíos, algunos de los cuales son comunes a la mayoría de los gasoductos, mientras que otros son específicos de su ubicación y propósito.
Algunos de los principales desafíos:
- Mantenimiento y Seguridad: Mantener la integridad del gasoducto es crucial para prevenir fugas y rupturas. Esto implica inspecciones regulares, mantenimiento preventivo y la implementación de tecnologías avanzadas para monitorear la condición del gasoducto.
- Presión y Flujo: Asegurar que el gas se mantenga a la presión adecuada para su transporte eficiente es un desafío constante. Las plantas compresoras, como la del GIJA, juegan un papel vital en este aspecto, pero también requieren un mantenimiento riguroso y pueden ser puntos de fallo críticos.
- Condiciones Geográficas y Climáticas: El GIJA atraviesa diversas regiones con diferentes condiciones geográficas y climáticas, lo que puede afectar su operación. Por ejemplo, las variaciones extremas de temperatura pueden causar expansión y contracción del gasoducto, lo que a su vez puede generar tensiones en la estructura.
- Reversión del Flujo: Con la posibilidad de revertir el flujo del gasoducto para exportar gas desde Argentina a Brasil, se presentan desafíos adicionales. Esto no solo implica modificaciones físicas en la infraestructura, sino también ajustes en los sistemas de control y monitoreo para manejar el flujo en la dirección opuesta.
- Regulación y Cumplimiento: Cumplir con las normativas y regulaciones de dos países diferentes (Bolivia y Argentina) puede ser complejo. Esto incluye aspectos de seguridad, medioambientales y operativos, que deben ser gestionados cuidadosamente para evitar sanciones y asegurar una operación continua.
Plazos y Expectativas: ¿Cuándo Comenzarán las Exportaciones?
El cumplimiento de estos plazos dependerá, en gran medida, de la coordinación entre las empresas privadas involucradas y las autoridades gubernamentales de Argentina, Bolivia y Brasil. La cooperación entre estos actores será esencial para garantizar que la infraestructura esté lista en tiempo y forma, permitiendo así la exportación de gas en el marco de los acuerdos energéticos entre los tres países.
Empresas autorizadas por la Secretaría de Energía de Argentina para exportar gas natural desde Vaca Muerta a Brasil, utilizando gasoductos que pasan por Bolivia.
Entre las empresas autorizadas se encuentran:
TotalEnergies: Puede exportar hasta 2 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d) de gas natural en modalidad interrumpible.
Pan American Energy (PAE): Autorizada a exportar hasta 300.000 m³/día desde el yacimiento de Acambuco.
Tecpetrol: Puede exportar hasta 1,5 MMm³/día desde Fortín de Piedra.
Pluspetrol: Recientemente autorizada a exportar hasta 2 MMm³/día desde el área de La Calera.
Estas exportaciones están sujetas a la finalización de las obras de reversión del Gasoducto Norte y a las tarifas de transporte que cobrará YPFB en Bolivia.
Impacto Económico y Estratégico para Argentina
El desarrollo del mercado de exportación de gas a Brasil tiene un impacto estratégico significativo para Argentina. Desde el punto de vista económico, la exportación de gas contribuiría a equilibrar la balanza comercial energética del país, permitiendo generar ingresos en divisas por la venta de este recurso. Asimismo, fortalecería la posición de Argentina como proveedor energético regional, ampliando sus mercados de exportación y reduciendo su dependencia de las fluctuaciones del mercado interno.
A nivel geopolítico, la exportación de gas a Brasil consolidaría una alianza energética clave entre Argentina, Bolivia y Brasil, con beneficios para los tres países. Para Bolivia, el tránsito del gas argentino representaría una fuente de ingresos por tarifas de transporte y la posibilidad de integrar su infraestructura energética con la de sus vecinos. Para Brasil, la diversificación de sus fuentes de gas reduciría su dependencia de importaciones desde otros proveedores más distantes, mejorando su seguridad energética.
(Artículo realizado por el Servicio de Noticias de Canal 7 Neuquén).
Fuente: Noticias Argentinas.