La fotografía como centro del día internacional

Ese día, el gobierno francés declaró que la fotografía había sido inventada en París y decidió adquirir la patente del daguerrotipo, permitiendo su uso libre y global sin restricciones. Esta decisión fue crucial para la democratización de la fotografía, marcando un punto de inflexión en la historia de esta tecnología.

La fotografía ha cambiado mucho con las nuevas tecnologías, pero el trasfondo permanece invariable. Se trata de que la fotografía tiene el poder de contar historias, inspirar al espectador y lo que es más importante, el poder de cambiar el mundo.

A pesar de toda la innovación y la creatividad, la ciencia e incluso la gran cantidad de arte que se produce en el ámbito de la fotografía, no hay nada mejor que el simple placer de tomar fotos y revelar sus marcos para disfrutar de las fotos en todo su esplendor.

En RTS, buscamos un fotógrafo con experiencia y le consultamos al respecto. Nos trasladamos a Rosario y conversamos con Willy Donzelli, fotógrafo, trabaja en revistas, y en eventos institucionales, eventos sociales y para empresas. 

Willy comenzó diciendo “para mí la fotografía en sí existe porque alguien, o algunos (porque no fue uno solo el que la inventó), deseó captar el momento, guardar esas situaciones, lo que estaba viviendo, ya sea un paisaje, una persona corriendo o alguien bañándose en un río. Cualquier situación, se le ocurrió guardarlo capturarlo o sea, capturar un instante que al segundo ya era pasado y que no había forma de detenerlo, salvo antes que pintaban un cuadro, alguna batalla, pero esto va mucho más allá”.

Por eso, aclaró “el que no es pintor, ni sabe dibujar, le das una herramienta para poder capturar muchos instantes del tipo que sea, la imagen que vos quieras. Pero toda esa visión es de algo que ya ha sido, porque el momento que vos sacaste la foto ya es pasado, igual que el momento que vos lo viste y te quedaba eso, te deja esa posibilidad de poder volver a recordar a través de esa imagen”.

Sobre su historia, contó “había tenido una cámara que me había regalado una abuela. La tuve muy poco tiempo, dos o tres meses, y tampoco es que saqué muchas fotos, un par de rollos. Después la vendí para hacer con amigos otra cosa. Y pasó el tiempo y un día volviendo de viaje, porque a mí me gustaba observar todo, sobre todo en los viajes me gusta observar, observar a la gente aunque parezca que no, siempre estoy observando todo, viendo todo lo que sucede y es como que tenía como quien diría el bichito esa necesidad. Así que volví de viaje y lo primero que hice fue buscar donde podía estudiar fotografía, fui a la escuela de fotografía, al ISET18 de Rosario. Me recibí ahí, antes de recibirme, ya estaba estudiando, ya estaba trabajando con Norberto Puzzolo en fotografía publicitaria”.

“Trabajé 7 años de asistente de él- continuó su relato- y decidí que ya era tiempo de caminar por mi cuenta solo. Y de ahí, bueno, fui haciéndome solo. Haciendo mí propia clientela, mi propio mercado. Lo cual, por suerte, me llevó a cosas que yo quería. Poder entrar a lugares donde cualquier persona no podía entrar y donde la profesión te permite. Ya sea fábricas, montañas, lugares donde por ahí no tenés acceso salvo que trabajes ahí. Conocer, he conocido artistas, actores, he estado en lugares muy lindos. Si yo hubiera tenido que viajar, digamos para conocer todos esos lugares, no me alcanzan las vacaciones que todo el mundo trata de tomarse a fin de año, no me hubiera alcanzado por ahí. Durante el año iba a seis, ocho o diez lugares distintos del país y era imposible si no era a través del trabajo”.

Respecto al sentido de la fotografía, el experto nos expresó “vista con los ojos de hoy, podemos hablar de que la gente puede expresarse a través de la misma, capturar momentos cruciales sociales o de la vida misma, de sus familiares, un recuerdo, sus vacaciones, siempre en torno a la vivencia que tiene en sí. Así es, groseramente hablando, ¿no? Porque uno, a través de la fotografía, hoy en día se han registrado desde momentos hermosos que puede ser un nacimiento, hasta momentos feos como es la guerra”.

Cómo saber si haces una buena foto, es la pregunta “a la fotografía la podés ver de distintos puntos o distintos ángulos, como un medio de expresión, como un medio artístico, como una persona que simplemente guarda recuerdos de familia, o alguien observador que ni siquiera trabaja de fotógrafo, pero son buenos fotógrafos que han retratado la vida cotidiana de donde viven, o por donde han andado. Son observadores. En sí, creo que el fotógrafo es un observador que con cámara en mano va a ir guardando esos momentos”.

Después, agregó “cabe aclarar que no necesariamente, si bien es un observador y a veces con cámara en mano no fotografía, no significa que no guarde el momento, sino que lo guarda para él, como una vivencia de él. Porque no todo necesariamente lo tenés que fotografiar para dejar para el resto del mundo”.

“O sea, ya sea la fotografía que se usa en política, deporte, música... En lo que a vos se te pueda ocurrir. Todo es fotografiable” culminó diciendo.

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