Lo artificial de no usar la inteligencia
En el transcurso de estas semanas los usuarios de Meta nos vimos sorprendidos por la aparición de la inteligencia artificial en las aplicaciones. ¿Es conveniente esta nueva función?
Mucho se habla ya de inteligencia artificial, no sabemos bien cual es el futuro que esto nos depara. Las películas anuncian una supremacía de está tecnología por sobre la inteligencia humana. Por ahora, solo sabemos que nuestro accionar en redes y aplicaciones alimenta su conocimiento e información, tiene mayor procesamiento de información y capacidad de aprendizaje que un cerebro humano, esta nueva era nos depara nuevos desafíos, hasta cuándo y dónde los límites.
En Argentina denunciaron a Meta por usar datos privados de WhatsApp y otras redes para entrenar su IA. Se ha presentado una denuncia formal ante la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) contra Meta, la empresa matriz de Facebook, WhatsApp e Instagram. La denuncia se centra en el uso de datos personales para el entrenamiento de inteligencia artificial (IA) por parte de la compañía.
La presentación fue realizada por los abogados especialistas en protección de datos personales Facundo Malaureille y Daniel Monastersky, quienes son directores de la Diplomatura en Data Governance de la Universidad del CEMA. La comunidad tecnológica y legal del país observa atentamente el desarrollo de este caso, consciente de que el resultado podría tener un impacto significativo en la innovación en IA y la protección de datos personales en Argentina en los próximos años.
Leonardo Klug, abogado y agente productor de mercado de capitales, miembro de la comisión directiva de la ONG Bitcoin Argentina y Co founder de Menter.io, es el especialista consultado para repensar estas nuevas invenciones tecnológicas.
El entrevistado comenzó aclarando sobre estos temas “confieso que soy curioso por naturaleza, necesito saber como funciona la tecnología, qué hay detrás de los artilugios cotidianos que utilizamos, y no paro de sorprenderme de los adelantos que he visto en estas últimas 2 décadas de mi vida. También recuerdo de cuando era un gurí, en la tele nos pintaban un futuro lleno de maravillas, nos asombrábamos con las promesas de autos voladores para el año 2000, y de un millón de herramientas que nos iban a librar de nuestro yugo cotidiano”.
Para Leonardo, la realidad nos golpeó como un balde de agua fría y nos presenta figuras paternas como Elon Musk, Mark Zuckerberg, Steve Jobs y demás personalidades, como si fueran personajes de Marvel o DC Comics.
“Nos desenfocaron de nuestra cotidianeidad, -continúa el abogado- nos vimos inmersos en un plano donde podíamos ser quienes nosotros quisiéramos, y ahí nos quedamos, cautivos de su ambrosía. Como consecuencia del on demand, vimos cumplida la profecía del Foro Económico Mundial del 2016 de ‘no tendrás nada y serás feliz’. Ya no necesitamos tener físicamente nuestros CD, vinilos, o películas, podemos pagar una suscripción para acceder a todo el contenido que tengamos. Parecería ser que tenemos el mundo en nuestras manos, pero el día que dejamos de costear el abono, pasamos de 100 a 0”.
Este especialista reconoce que fuimos transitando distintas “modas”, que fueron apilando distintas funcionalidades de manera gradual, incorporando nuevas características. La aplicación favorita de mensajería es irreconocible si la comparamos con su versión del 2010, donde solamente podíamos enviar texto plano, aclaró.
“En estos últimos años nos vimos deslumbrados por el auge y ascenso de los llamados large language model (modelo de lenguaje de gran tamaño), redes neuronales y avances similares, que en criollo llamamos inteligencia artificial. No quiero que se me tome como escéptico de este tipo de aplicaciones, en la consultora utilizamos inteligencia artificial, nos facilita tareas, nos quita de encima tareas repetitivas, nos vuelve más productivos, podemos elegir entre la gran variedad disponible, cuál es más conveniente para cada necesidad, y decidir entre las opciones de pago o gratuitas que se ofrecen” explicó Klug .
Hacia adelante, hasta acá o después vemos
Muchas personas desean eliminar este tipo de tecnologías de sus celulares por miedo a que no sean seguras y funcionen como una manera de perder la privacidad.
En este sentido, el abogado nos respondió “así como en mi ámbito laboral yo puedo optar, sería deseable que el usuario final pudiera contar con la libertad de poder deshabilitar esta función de sus aplicaciones si así lo desea. Que las personas que no se sientan cómodas o que duden sobre los datos que recopilan sobre nosotros, o el uso de la información, vean respetada su voluntad. No sabemos a ciencia cierta si este tipo de tecnologías ya venían siendo utilizadas por las empresas, y que ahora para parecer más de vanguardia lo hacen visible, o si nos encontramos frente a una nueva implementación”.
“En cierta forma es inevitable, debemos saber utilizar esta tecnología y hacer un uso crítico de ella, porque para poder utilizar una calculadora primero debemos saber qué operación realizar. Que intrínsecamente no es ni buena ni mala, dependiendo del fin con que se use, como internet, bitcoin o un martillo. Es interesante también contar con una interacción sobre el resultado de estos procesos, ya que se encuentran presentes en estos modelos, ciertos sesgos que llevan a respuestas generadoras de discriminación, en cuanto a etnia, edad, religión, sexo y otros parámetros” agregó el experto.
Luego aclaró “en la misma línea, aunque más evidente, se pueden presentar las llamadas ’alucinaciones’, es el nombre dado a un fenómeno en el que un modelo IA percibe patrones inexistentes o imperceptibles para los seres humanos, creando resultados sin sentido o completamente inexactos”.
Las normas nos protegen como consumidores y usuarios, sobre esto preguntamos y nos respondió “legalmente deberíamos tener a nuestra disposición, la información referente a lo que se hace con nuestros datos personales, qué utilización se les da, y una opción para que podamos solicitar la remoción de estos antecedentes.
Sería deseable también que cumplieran no solo las leyes vigentes, sino también las de la robótica, plasmadas por Isaac Asimov en el relato Círculo vicioso (Runaround) de 1942, que cobran total vigencia, y rezan: Primera Ley Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño. Segunda Ley Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley. Tercera Ley Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley”.
“Tal vez acudir a la recomendación que escuché una vez por ahí, aunque no recuerdo bien de quien, que me dijo: “todo tiene una contracara”. Que las compañías que están detrás de estos desarrollos no hacen beneficencia, y que de algún lugar obtienen los abultados recursos para impulsar sus adelantos. Como corolario se me viene a la mente una analogía de mi madre, ella llamaba al TV ‘chupete eléctrico’, porque uno se enchufaba para no pensar. Por eso lo importante es que podamos conocer los beneficios y riesgos para tomar decisiones informadas y conscientes, Culminó Leonardo, reflexionando en la conversación.